Las Nuevas Vejeces: Redefiniendo el Rol de las Personas Mayores en la Sociedad Actual
En un contexto de profundas transformaciones sociales y demográficas, el concepto de "vejeces" está evolucionando rápidamente. Como bien señaló Sergio Cornejo, Director General de Personas Mayores del Ministerio de Desarrollo Humano, estamos frente a un cambio de paradigma que nos invita a repensar y valorar el rol fundamental de las personas mayores en nuestra sociedad.
Tradicionalmente, la vejez ha sido asociada a una etapa de retiro y pasividad. Sin embargo, la realidad actual nos muestra un panorama muy distinto. Las nuevas vejeces se caracterizan por una mayor expectativa de vida, mejor calidad de salud y un deseo activo de seguir contribuyendo. Las personas a partir de los 60 años, lejos de ser un grupo homogéneo, representan una diversidad de experiencias, saberes y potenciales que están creciendo y demandando un nuevo espacio.
El Creciente Protagonismo de la Tercera Edad
El crecimiento demográfico de este segmento de la población no solo es un dato estadístico, sino una oportunidad inmensa para el desarrollo social. Hoy son actores clave en sus comunidades, aportando desde su experiencia en roles familiares, sociales, comunitarios e incluso laborales. Su participación activa es un motor para la cohesión social, la transmisión de valores y conocimientos intergeneracionales, y la construcción de un tejido social más rico y resiliente.
Identidad, Propósito y la Construcción del Futuro
Uno de los puntos más inspiradores que destacó Cornejo es la importancia de la identidad y el propósito de vida en esta etapa. Ya no se trata solo de "llegar a viejo", sino de vivir plenamente esos años, proyectando y construyendo. Pensar en los "próximos 30 años de vida" se convierte en un ejercicio vital, un desafío a la creatividad y a la planificación personal y colectiva.
Esta visión nos recuerda que el futuro se construye desde el presente. Las políticas públicas, las iniciativas comunitarias y la actitud individual deben alinearse para ofrecer las herramientas, los espacios y el reconocimiento que merecen para seguir siendo protagonistas de sus vidas y de la sociedad. Es una inversión en bienestar, conocimiento y en la fortaleza de nuestras comunidades.