MES DEL COMPOSTAJE (DEL 22 DE MARZO AL 22 DE ABRIL)
El compost es un abono que se logra con la mezcla de restos orgánicos. Lo podemos realizar en casa, de forma muy sencilla. Compartimos unos tips que te permitirán hacerlo fácil:
A medida que cocinas, los restos de vegetales y cáscara de huevo, podrás disponerlos en un recipiente más chico que el habitual tachito de residuos (puede ser un bowl mediano, con tapa), ya que al final del día los restos van a la compostera. Así el recipiente se lava fácilmente (sin usar bolsita de nylon).
Al buscar un lugar para tu compostera, tené en cuenta que los desechos orgánicos se reducirán entre un 60 a 70 % en peso, a medida que se composten. Y en un porcentaje mayor aun, reduce su volumen. Así que el espacio de compostaje rinde más de lo esperado.
Es conveniente que los desechos estén en contacto con la tierra, para facilitar la llegada de microorganismos y que exista control natural de la humedad; por eso es bueno que tu compostera consista en una caja o tacho sin fondo.
Convendrá que reserves pasto cortado y hojas secas. Al tapar los residuos de cocina (frescos), con residuos de jardín (más secos) se genera una masa aireada (acolchonada) que garantiza un compostaje eficiente y por supuesto sin ningún olor. No tendrás que revolver la parva.
Si tu compostera está a la sombra, solo deberás regar excepcionalmente. Ayuda tener compostera con tapa; así disminuye la evaporación.
Sabrás que el compost está listo porque el material del fondo toma un color oscuro, con agradable olor a tierra fértil. Además, no se distinguen los residuos depositados meses atrás.
Alrededor de la mitad (en peso) de los residuos que generamos, son orgánicos. Al compostar en casa, lo que sacamos a la recolección, es en su mayoría materia seca; ayudamos así, a la tarea de aquellos trabajadores que manipulan residuos; y colaboramos en la disminución de la contaminación.
¡Gracias por compostar en tu hogar, generando tu propio sustrato para plantas!